Práctica Identifica Juicio y Opinión

En esta práctica vas detectar en los escritos aquello que consideres que es juicio u opinión

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INTRUCCIONES DE LA PRÁCTICA:

1.- identifica de cada uno de los dos textos, las partes que consideres que son de juicio y las partes que son de opinión.

2.- Ya identificadas debes realizar dos textos de cada uno de los temas descritos (embarazo en adolescentes y Juventud hiperconectada) uno de juicio y uno de opinión (por cada tema), de 4 párrafos cada uno de 30 palabras mínimo cada párrafo.

3.- En total deberás tener cuatro textos, uno de juicio y uno opinión del tema de embarazo en adolescentes;  otro juicio y otro de opinión, de juventud hiperconectada.

4.- Los Textos deberán ser a dos tintas, en hoja papel bond (hoja de máquina), manuscritos, con títulos, nombre del alumno y grupo.

TEMA 1

El embarazo adolescente en América Latina: problemática, causas y el rol de los jóvenes en la transformación social

El embarazo adolescente es un grave problema que afecta a millones de jóvenes en América Latina y el Caribe. Según datos de UNICEF, nuestra región tiene la segunda tasa más alta de embarazo adolescente en el mundo, solo superada por África Subsahariana. Cada año, más de 5 millones de chicas menores de 19 años se convierten en madres, muchas en situación de pobreza y sin acceso a educación. (Fuente: UNICEF 2021)

Los expertos apuntan que la falta de educación sexual integral y acceso a métodos anticonceptivos son factores clave en estas elevadas tasas. En la mayoría de los colegios de la región, la sexualidad sigue siendo un tabú y se enfocan solo en promover la abstinencia, sin dar información realmente útil sobre salud reproductiva y cómo prevenir embarazos. (Fuente: CEPAL 2022)

En mi opinión, esta situación debe cambiar urgentemente para empoderar a las y los adolescentes sobre sus derechos reproductivos. Es necesario implementar programas de educación sexual laica, científica e inclusiva en todas las escuelas, enfocados en el consentimiento, el uso de anticonceptivos y la diversidad sexual. Así se habilita a los jóvenes a tomar decisiones informadas sobre su sexualidad.

Otro factor alarmante es que el embarazo adolescente suele estar vinculado a abusos sexuales. Según datos de ONU Mujeres, en América Latina el 65% de los embarazos en menores de 15 años son producto de violación. (Fuente: ONU Mujeres 2019) Es indignante e inaceptable que tantas niñas sean forzadas a la maternidad después de sufrir experiencias tan traumáticas como un abuso. Los gobiernos tienen la obligación de garantizar el acceso al aborto legal y seguro a todas las jóvenes que lo necesiten.

En lo personal, considero que nuestra generación debe alzar la voz y exigir una educación sexual integral, así como denunciar los tabúes y estigmas que persisten en torno a la sexualidad adolescente. También es importante crear redes de apoyo y confianza para ayudar a nuestras amigas que enfrentan un embarazo no deseado, conectándolas con profesionales de la salud de confianza que garanticen sus derechos.

Como jóvenes latinoamericanos de entre 15 y 18 años, tenemos el poder de provocar cambios positivos para disminuir el embarazo adolescente y sus consecuencias. Informándonos sobre sexualidad y derechos reproductivos, cuidándonos entre todas y todos, apoyándonos y alzando la voz por una educación laica y científica, podemos construir un futuro con más oportunidades para que cada adolescente cumpla sus sueños.

Según UNFPA, invertir en adolescentes y jóvenes mediante programas de salud sexual y reproductiva, educación e información puede generar un dividendo demográfico que impulse el desarrollo económico y social de la región. (Fuente: UNFPA 2022) Por eso, nuestra participación activa es clave para lograr avances. El embarazo adolescente es una realidad que nos afecta directamente, y tenemos derecho a opinar y exigir políticas adecuadas.

En conclusión, el alto índice de embarazo adolescente en América Latina es un reflejo de la desigualdad de género, la violencia machista y la falta de acceso a derechos reproductivos que aún debemos enfrentar. Pero estoy convencido de que podemos construir un futuro más justo, y eso empieza por alzar la voz e informarnos para tomar decisiones autónomas sobre nuestra salud, sexualidad y proyecto de vida. ¡Sigamos adelante en esta lucha que es de todas y todos!

 

TEMA 2:

Juventud hiperconectada: los riesgos del uso excesivo de redes sociales en adolescentes latinoamericanos

El uso excesivo de redes sociales es un fenómeno creciente entre los adolescentes latinoamericanos. Según un estudio de la OMS, los jóvenes de la región pasan un promedio de 5 horas diarias conectados a redes sociales como Instagram, TikTok y Facebook. (Fuente: OMS 2022). En mi opinión, esta tendencia es preocupante por el impacto que puede tener en la salud mental y física de los adolescentes.

Expertos advierten que el uso prolongado de redes sociales se relaciona con ansiedad, depresión, trastornos del sueño y una menor autoestima en los jóvenes. (Fuente: Universidad de San Andrés 2021). El bombardeo constante de imágenes idealizadas y la presión por obtener «likes» genera frustración e insatisfacción corporal en chicas y chicos. Como adolescente, he visto de primera mano cómo el verse expuesto a estándares inalcanzables en redes afecta la percepción que mis amigos tienen de sí mismos.

Otro efecto preocupante es el acoso cibernético o ciberbullying. Según UNICEF, 1 de cada 3 adolescentes latinoamericanos ha sufrido ciberacoso, con consecuencias que pueden llegar al suicidio en casos extremos. (Fuente: UNICEF 2020). Las redes sociales facilitan que los acosadores hostiguen a sus víctimas anonimamente y a todas horas. Considero urgente que los colegios implementen programas contra el ciberacoso y enseñen un uso responsable de redes.

A nivel físico, el tiempo excesivo frente a las pantallas también es perjudicial. Varios estudios vinculan el aumento de obesidad, problemas posturales y en la vista con el abuso de dispositivos electrónicos en jóvenes. (Fuente: OPS 2021). Pasar mucho tiempo sedente frente al celular significa menos actividad física y peores hábitos alimenticios. Como estudiantes, debemos aprender a desconectarnos y equilibrar mejor nuestra vida digital y real.

En lo personal, propongo que en nuestras casas y colegios se establezcan reglas para un uso más saludable de la tecnología. Podrían ser cosas como no usar celulares en la mesa o dos horas antes de dormir, activar modos de concentración para estudiar sin distracciones, y fijar horarios designados de desconexión para pasar tiempo en familia y en contacto con la naturaleza.

Como sociedad, también debemos reflexionar más sobre cómo las redes sociales están impactando a los jóvenes. Las empresas tecnológicas tienen gran responsabilidad en esto y deberían priorizar nuestro bienestar sobre las ganancias. Los gobiernos asimismo pueden hacer más para regular y limitar los efectos dañinos de la hiperconectividad.

En conclusión, el uso excesivo de redes sociales es un tema que nos afecta directamente a los jóvenes latinoamericanos. Debemos informarnos al respecto e impulsar cambios positivos tanto a nivel personal como social. Con una combinación de educación, regulaciones y nuestra propia conciencia, podemos lograr un equilibrio sano en nuestra interacción con la tecnología que nos permita sacar lo mejor de ella sin poner en riesgo nuestro bienestar.